sábado, 8 de mayo de 2010

Reminescencias del pasado

Dos años han pasado desde la última visita a este blog,y sin embargo,el tiempo no se ha detenido.La vida ha seguido su caprichoso camino,llevándonos de acá para allá,en lo que en ocasiones parece un devenir sinsentido,pero que al final del camino cobra forma milagrosamente.
Tres años se cumplen también de mi primera visita a esta ciudad,y para celebrarlo regreso a la urbe que me enamoró con el primer vistazo.Sus calles,sus miles de parques,sus bicicletas,sus edificios de aire melancólico,sus monumentos testigos de mil y una batallas,su comida,su mezcla cultural,sus colores,sus sonidos....todo parece estar en su justa medida para que todos tus sentidos se despierten a la vez y permitirte vivir una experiencia única con solo pasear a través de sus entrañas...
No es necesario más que voluntad,un buen libro y una cámara de fotos para perderse por sus enormes avenidas.Cualquier rincón es idóneo para disfrutar de la ciudad,para contemplar el ajetreo de sus gentes o el aire bohemio de sus cafés.
En parte parece que gran parte de la ciudad permanece dormida desde el siglo XIX.Es como si Napoleón y su corte burguesa nos mirase desde los imponentes edificios y nos hiciese un guiño,queriéndonos mostrar como era el París de entonces.
Y si el estómago nos reclama,no hay mayor perdición que la de meterse en una de sus miles de boulangeries y saborear tan solo con el fabuloso aroma las mejores obras maestras de pan jamás probadas.Pero si eso no fuera suficiente,no hay que hacer desprecio a las fantásticas galletes, una fusión entre los exquisitos crêpes y los más variados productos mediterráneos.
Mas,como comer crea sueño,no hay mejor remedio en París, que irse a cualquiera de los numerosos parques a tumbarse a la larga.Deporte por excelencia en la capital,el uso y disfrute de los parques es una costumbre muy extendida entre los parisinos,que utilizan estos espacios para comer,leer,relajarse,jugar,socializar,etc...

Pero todo lo bueno se acaba, y ahora me toca volver a la realidad,la de las montañas de apuntes amenazantes, la luz de la lámpara de escritorio y la incertidumbre de los odiados exámenes...

Hasta aquí puedo leer por hoy...mañana más,y esperemos que algo mejor,¿no?

:)

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